miércoles, 13 de abril de 2011

Preparando Pesaj, en familia ♥

La festividad del niño

Rebe: Menajem Mendel Schneerson
¿Cuándo fue la última vez que experimentaste libertad? Para muchos de nosotros, agobiados por el trabajo, las responsabilidades sociales y familiares, y los demás enredos del estado humano, la libertad parece tan excepcional como lo esencial que es, tan escurridiza como deseable. La queremos, la precisamos, pero, ¿cómo la logramos?
Mira, sin embargo, al niño. Obsérvalo jugando, inmerso en un libro favorito, dormido y sonriendo en sus sueños. El niño, confiado en que papá y mamá lo alimentarán, lo protegerán, y se preocuparán de todo lo que es preciso preocuparse, es libre. Libre para disfrutar de su ser interior, para crecer y desarrollarse, abierto a las alegrías y posibilidades de la vida.
A esto se debe que Pesaj, la festividad de la libertad, es en tamaña medida la festividad del niño. Pues es éste quien evoca en nosotros la toma de conciencia de que también nosotros somos niños de Di-s y, por lo tanto, inherente y eternamente libres. Es el niño quien abre nuestros ojos al máximo significado de Pesaj: que al sacarnos de Egipto para hacer de nosotros Su pueblo elegido, Di-s nos ha liberado de toda esclavitud y subyugación para siempre.
El niño es, así, el participante más importante del seder de Pesaj. Muchas de sus costumbres están específicamente diseñadas para fascinar al niño, para estimular su curiosidad, para obligarlo a preguntar: Ma nishtaná halaila hazé... "¿Por qué es esta noche diferente de todas las demás noches?"
Pues la Hagadá por entero, la "narración" de la historia de nuestra redención de Egipto en el seder, está construida alrededor del concepto de "Cuando tu hijo te pregunte... Narrarás a tu hijo" (
Exodo 13:8, 14). En Pesaj, queremos ingresar a la mente del niño, ver la realidad desde su perspectiva. Pues ¿de qué otra manera podemos saborear la libertad? 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Con gusto responderemos a sus consultas.

Seguidores